Familia Alta Vía 1

Empiezas tu día rodeado por las dramáticas agujas de Cinque Torri. No está mal para despertarse. El sendero comienza suavemente, dándote tiempo para estirar las piernas y coger el ritmo del día.

Pronto, el paisaje se abre a amplias vistas sobre las legendarias Cinco Torres. Desde aquí, el sendero asciende de manera constante, serpenteando entre paredes de roca y ruinas de guerra. No es solo una caminata, es un paseo por la historia viva.

Cruzar la carretera SR48 marca un hito a mitad de camino, y después de eso, todo se trata de bosques y naturaleza salvaje. Seguirás un camino pintoresco bajo la imponente masa del Tofane, donde cada giro te ofrece un nuevo ángulo de la montaña.

Eventualmente, el bosque se aclara y el aire se vuelve más fresco. Esa es tu señal de que te estás acercando al Rifugio Ra Valles. Párate en la terraza, respira hondo y mira atrás lo que acabas de recorrer. ¿Esa vista? Pura magia de los Dolomitas.

Hoy se siente como un gran final. Dejas el Rifugio Ra Valles con las amplias vistas de las Tofane detrás de ti. El sendero serpentea por la ladera de la montaña y rápidamente te lleva a una travesía icónica — bienvenido al "Camino Bello". Y sí, el nombre lo dice todo.

En cada esquina, el paisaje se vuelve a abrir. Caminas a lo largo del borde del macizo con vistas de las Cinque Torri, los verdes valles abajo, y la escarpada cresta de Lagazuoi adelante. Esto es los Dolomitas en todo su esplendor.

Por el camino, pasas por restos de la Primera Guerra Mundial — trincheras, túneles, viejos puestos. Estas montañas cuentan más que solo una historia geológica, también llevan el peso de la historia. Añade una capa completamente nueva a la caminata.

El tramo final te lleva más allá de los famosos túneles de Lagazuoi y hacia un descenso rocoso hacia el Passo Falzarego. Una última mirada atrás... y sabrás: este fue un sendero que no olvidarás fácilmente.