Picos de Europa - Ruta de senderismo media

Hoy, sales de Sotres para tu primera etapa. Después de poco más de un kilómetro, pasarás por los 'Invernales del Texu', una especie de pueblo abandonado construido por pastores para refugiar a sus rebaños en invierno. Puede que te encuentres con un rebaño en los valles de alrededor. El camino luego asciende, ofreciendo una vista magnífica del Naranjo de Bulnes, uno de los picos más distintivos de los Picos de Europa. Continuarás por valles verdes donde pastan las vacas. En el camino, pasarás por el Refugio de la Terenosa, donde puedes parar a tomar algo. Después de la parada, seguirás ascendiendo poco a poco. Los caminos se vuelven gradualmente más rocosos, y las vistas más escarpadas. ¡Puede que veas un íbice en lo alto de las rocas!

Tu destino para el día es el Refugio de Urriellu, situado al pie del Picu Urriellu. El edificio actual se utiliza desde 1990, y debido a su ubicación remota, los materiales de construcción fueron transportados por helicóptero Chinook del ejército español. Durante tu estancia, es probable que conozcas a Tómas Fernández López, el encargado del refugio desde 1991, quien conoce la zona como nadie.

El día comienza en el Refugio Vega de Urriellu, bajo el imponente Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes. Desde aquí, el sendero se dirige hacia el sur, descendiendo por la rocosa Canal de la Celada antes de subir gradualmente hasta la meseta no muy lejos de Peña Vieja (2,406m). Esta sección ofrece unas vistas impresionantes de los escarpados picos de piedra caliza de los Picos de Europa.

Al cruzar esta zona de alta montaña, el camino pasa por Áliva, una vasta meseta rodeada de acantilados imponentes y valles glaciares. Los prados alpinos ondulantes contrastan fuertemente con los picos dentados, con rebaños de vacas y caballos pastando pacíficamente en la distancia. Aquí comienza un descenso más pronunciado, siguiendo un camino más suave que serpentea a través de pastizales abiertos y bosques dispersos de hayas.

El tramo final desciende hasta Espinama, un tranquilo pueblo de montaña al borde del valle de Liébana. Al llegar al final del valle, el paisaje cambia una vez más, con un exuberante verdor enmarcando tu llegada. Este es el final de tu segunda etapa—¡ahora relájate, ha sido un largo día!