Trekking intermedio Aneto Salvaguardia

Esta sección comienza desde la zona de aparcamiento gratuito en Llanos del Hospital. Un camino cómodo sigue el río y va ganando altura gradualmente sin dificultades técnicas, mientras el paisaje cambia de un valle boscoso a un escenario de alta montaña de granito y hielo. Poco a poco, las vistas se abren hacia los picos circundantes y los lejanos glaciares de Maladeta y Aneto que se elevan sobre la cabecera del valle.

Desde los edificios de Llanos del Hospital, la ruta sigue amplias pistas junto al Río Ésera, luego se estrecha hasta convertirse en un sendero más pedregoso que lleva a los prados de La Besurta, enmarcados por paredes escarpadas y corredores de avalanchas. Más allá de Besurta, la pendiente se vuelve más pronunciada y el camino zigzaguea entre hierba y rocas hacia el Plan de la Renclusa. Poco antes de llegar al refugio, una cascada a la derecha invita a detenerse para admirar el circo de picos circundantes.

Después de un corto tramo sobre losas y bloques, llegamos al Refugio de la Renclusa a unos 2140 m, encaramado en un pequeño hombro sobre el valle. El edificio aparece de repente, protegido por crestas pero abierto a un amplio panorama de picos y glaciares. Dentro, los dormitorios y un acogedor comedor ofrecen un lugar cómodo para descansar, y los miradores cercanos permiten una última mirada sobre el valle antes de la noche en las altas montañas.

Desde el refugio de la Renclusa, la ruta cruza un terreno alpino elevado antes de descender al corazón verde del Valle de Arán. Después de un ascenso inicial a un collado suave, el camino se extiende por mesetas herbosas y luego desciende hacia las famosas llanuras y cascadas de Aiguallut. Más allá de este balcón, el paisaje se vuelve más salvaje de nuevo mientras nos dirigimos hacia el Coll de Toro, antes de que un largo descenso nos lleve a los bosques y prados que rodean Artiga de Lin.

Saliendo del refugio a unos 2140 m, subimos por un camino claro hacia el Cuello Ancho, luego descendemos suavemente hacia el Plan Alto d Aiguallut. Aquí, un pequeño desvío nos permite admirar la cascada y el profundo Forau, donde las aguas desaparecen bajo tierra. Cruzando la llanura, seguimos las marcas hacia el Coll de Toro, por un sendero menos definido pero aún visible, y a medida que subimos, el valle se abre en todas direcciones.

Al llegar al Coll de Toro, entramos en el lado aranes y pronto llegamos al Lago Toro, un lugar invitador para descansar y comer junto a la orilla. Bordeando la orilla izquierda por un sendero rocoso, comenzamos un descenso exigente que es empinado al principio, luego se suaviza gradualmente a medida que nos acercamos al fondo del valle. Finalmente, el camino llega al prado llano de Artiga de Lin y al refugio a unos 1365 m, dándonos la bienvenida al valle.