Después de escalar el Kilimanjaro yo mismo y ayudar a cientos de otros a hacer lo mismo, he aprendido algunas lecciones prácticas que no siempre aparecen en las listas de verificación. Aquí están mis mejores consejos para ayudarte a hacerlo bien desde el principio.
Sigue la regla de los 15 kg – Ese es el límite de peso para la bolsa de lona que lleva el porteador. Incluye tu saco de dormir, así que haz una maleta inteligente. Pero no te preocupes, hay una sesión informativa antes de tu ascenso, por lo que no tendrás que desempacar el Día 1. Nuestros guías son majos.
Capas, colega – El Kilimanjaro te ofrece selva tropical, páramo, desierto alpino y cima ártica, todo en una semana. Las capas base, las capas intermedias, una chaqueta hinchada y una buena capa externa son innegociables. Piensa en versatilidad, no en volumen.
Etiqueta tu equipo – Puede que no seas el único con bastones de trekking negros o una bolsa de lona roja. Una etiqueta con tu nombre o cinta de color te ayudará mucho, especialmente cuando el equipo se descarga en la oscuridad o se comparte entre grupos en campamentos concurridos.
Prueba todo – Ese par de botas nuevas puede verse genial en la tienda, pero el Kilimanjaro no es el lugar para estrenarlas. Lo mismo va para tu mochila de día, equipo de lluvia y cualquier otra cosa que uses a diario. Si roza, gotea o no ajusta bien, lo sentirás en la montaña.
Menos es más – Confía en nosotros. La mayoría de los excursionistas terminan rotando entre sus 2 o 3 capas favoritas. Enfócate en la función, la comodidad y la facilidad de superposición, no en tener algo diferente para cada día. No estás escalando el Kili para el look de Instagram.
Comentarios